Diseño y Diagramación: María Laura Linares Frailán

miércoles, 23 de octubre de 2024

Mario Briceño Iragorry, el saber y el hacer

 

Por: María Sara Vivas Araujo

 

    Los grandes muertos forman el patrimonio espiritual de los pueblos. Son el alma misma de la nación. Pero no quiere decir ello que saberlos grandes sea suficiente para vivir sin esfuerzos nuestra hora actual. El Caballo de Ledesma.

Mario Briceño - Iragorry

           

        Hemos disfrutado septiembre, leyendo algunos textos, estos son, Mi Infancia y mi Pueblo. (Evocación de Trujillo). 1952; Alegría de la Tierra. (Apología de nuestra agricultura antigua). Caracas, 1952, Madrid, 1953; La Hora Undécima. (Hacia una teoría de lo venezolano). Madrid, 1956; Mensaje sin Destino. (Ensayo sobre nuestra crisis de pueblo). Caracas, 1952. Actividades gratificantes, para evocar a Mario Briceño Iragorry en el 127 Aniversario de su nacimiento, guiadas por una planificación bien pensada en el seno de la Cátedra Libre Mario Briceño Iragorry del Ateneo de Valera; coordinada por la Dra. Libertad León González.

            Desplazarnos por la vida y obra de don Mario es descubrir que en su transitoriedad por este plano terrenal desbordó un virtuosismo desmesurado en sus vivencias y experiencias como persona humana y profesional. Sus notables y notorias cualidades, son evidentes y, en suma, moldeadas para la posteridad ya, en los roles asumidos ya, en su prolífica obra escrita. Nuestro pensador se destacó en los diferentes roles adjudicados, abogado, historiador, periodista, cronista, escritor, diplomático y político venezolano. Importante mencionar, que concluyó la carrera de Abogado en la Universidad de Los Andes, en 1920, y se recibió de Doctor en Ciencias Políticas en la Universidad de Caracas, el año 1925. Maestro de la Juventud Venezolana. (1978)

            Fue un aventajado profesional de la educación como profesor, ora en el liceo, ora en la universidad, ora en el Colegio Santa Rosa de Lima, en Caracas; facilitando las asignaturas de Lengua y Literatura, Historia de Venezuela, Literaturas Antiguas y de Historia Colonial, en la Facultad de Filosofía y Letras, en la Universidad de Caracas. Esto así, nos da cuenta de su loable labor como, Individuo Número de la Academia Nacional de la Historia y de la Venezolana correspondiente de la Española, Miembro de las Academias de Historia de Madrid, Colombia, Panamá, La Habana y Santo Domingo; Miembro Honorario de la Sociedad Bolivariana de Costa Rica y correspondiente a la de Colombia, Miembro Honorario de la Sociedad de Geografía de Costa Rica y correspondiente de la de Guatemala, de la Sociedad Geográfica de Lima; del Instituto Histórico de Uruguay, entre otros. (Ob. Cit.)

            Asimismo ocupó cargos administrativos como Director de Educación Primaria y Secundaria, aquí vale subrayar el rol inmaculado que, de acuerdo con Briceño Iragorry, debe ejercer el maestro de escuela primaria y de secundaria; así pues, su vocación, su capacitación, su educación, sus virtudes, a sabiendas de que, “Van a formar la conciencia y a iluminar la mente de futuros hombres de imagen tan firme y austera como la de los Padres que delinearon la República como casa donde tendrían su habitáculo la ley y la justicia”. La Angustia de ser Maestro. (1952).

            Por otra parte, fue investido Secretario de la Universidad de Caracas, además, fue Miembro del Grupo Venezolano de la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, La Ciencia y La Cultura. [1947]). Valga decir que esa yunta de lo fructífero y lo hermoso vale exaltarla y, en Don Mario su consistente conciencia social, su corazón siempre dispuesto al servicio de la nación, juntamente, con su acervo intelectual lo llevó a ocupar cargos políticos; esto es, entre otras atribuciones de gran cuantía, Director de Política y Encargado de la Secretaría General del Estado Mérida, Secretario de las Asambleas de los estados Mérida y Trujillo fue encargado de la Presidencia del Estado Trujillo; Gobernador de la ciudad de Valencia, Presidente del Estado Bolívar, Presidente del Congreso Nacional. Todavía más, Mario Briceño Iragorry como profesional del Derecho cumplió funciones como Juez Penal del Estado Trujillo, Director del Archivo General de la Nación, y demás. Fuera de Venezuela, concretamente, Encargado de Negocios ad hoc en Centroamérica; Ministro Plenipotenciario en Panamá y Costa Rica; Delegado de Venezuela a la I Reunión de Cancilleres de América; Embajador Especial en Panamá y Costa Rica; Embajador en Colombia.

            Sus hallazgos persuasivos, convincentes con estudio y método y, a la sazón, huellas de amor, conocimiento, valor muestran la actitud ejemplarizante del Maestro, con su perseverancia, la cual, ocupa un lugar cardinal, al igual que la ecuanimidad sobresale con la lealtad, con la honestidad. Su Obra está envuelta en elegante brocado entretejido con primorosos hilos de querencia e integridad. Y es, su legado cultural una invitación a cavilar nuestro presente sobre la base del proceso enseñanza y aprendizaje que apuntale hacia la anhelada transformación. Con motivos de interés que posibiliten el conocer y actuar haciendo, en consecuencia.

            Aquí cabe resaltar al eminente defensor de la democracia en nuestra Venezuela, aunque en medio de duras críticas y avatares que alcanzaron perturbar su salud y poner en riesgo su vida, pues, este hacer de don Mario acontece en medio de entradas y salidas de escenarios que bajaban y subían el telón político, el cual, variaba entre dictaduras, gobiernos elegidos a través del voto libre y secreto, golpes a esas democracias, crímenes e imposiciones. Hechos acertados unos, y desacertados, otros. Delimitados por heroísmos, debilidades y traiciones. Nada fácil de solventar, pero sí, muy fácil de repetir, puesto que, al irrespetar a las mayorías en sus derechos, el concepto de la política, como sus procedimientos auténticos pasan a un rincón, dando pie a conductas deplorables que impiden el germinar de una conciencia cívica. Como corolario, no se defiende lo que no se ama y, para amar a Venezuela hay que conocerla con su Historia, insiste Don Mario.

            Con la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, Briceño Iragorry soporta de nuevo el exilio, (ya había estado exiliado cuando Isaías Medina Angarita en octubre de 1945 fue sacado de la Presidencia por la fuerza) y, lejos de su patria abunda su producción literaria, enriqueciéndola con su cristalina concepción política, en la cual, no hay cabida para las dictaduras. Para don Mario, “La democracia no es, que estén arriba la gente impreparada. Democracia es que estén arriba por el voto del pueblo los mejores”.

            Mario Briceño Iragorry, nacido, un 15 de septiembre de 1897. ¡Hijo ilustre de Trujillo! Con su prolija y entendida pluma fascinó los valores, costumbres, tradiciones trujillanas y, mucho más en, Mi Infancia y mi Pueblo (1952). En, Alegría de la Tierra (1952), se pasea con tal identidad por nuestros campos venezolanos en una apología de nuestra agricultura y el campesino. Y, con orgullo empapado de gran sensibilidad va enalteciendo el talante propio de los lugares que particularizan la región, sus frutos propios, uno por uno, desde el cultivo del café, el cacao de gran valor, durante la colonia, “nuestros indígenas bebían chorote y ofrendaban sahumerios a sus dioses con la manteca de cacao”; al rato, con la llegada del español, se pone en boga en el viejo continente, “la bebida de dioses”. La papa consentida por los campesinos de nuestros picachos parameros; ahora, el cambure valorado ayer y, en este siglo XXI venezolano más que anteayer… ¡la piña! que con su fragancia y sabor anima los tamboreros de San Benito en Sabana Larga, que es paso o, uno de los caminos admirables para llegar a su Trujillo amado. Por tanto y cuanto, es hora de que todos nosotros, sin excepción, “elevemos a nuestro campesino” resignificando y revalorizando su noble misión.

            Nos dice Briceño Iragorry, “En mi ensayo “La Hora Undécima” y de la manera más optimista, llamé al trabajo útil, en el orden de la cultura y del civismo, a la gente de Venezuela. (…) Contrajiste un compromiso y lo cumpliste. Por ti brillarán más claras las estrellas de la noche y será más tierno el aire que refresque tu rostro, cuando sobre la tierra blanda te eches al sano y bien ganado descanso”. Un tributo al trabajador que optimista y de sol a sol, asume sus obligaciones con voluntad y entrega.

            En, Mensaje sin destino, llega a decirnos: “No somos pueblo en estricta categoría política, por cuanto carecemos del común denominador histórico que nos dé densidad y continuidad de contenido espiritual, del mismo modo que poseemos continuidad y unidad de contenido en el orden de la horizontalidad geográfica”. Verbigracia, un veredicto, por la negación de los nexos con nuestros antepasados y el obrar, acciones que ponen en entredicho a la República. Por consiguiente, se requiere la robustez que concretice sustentabilidad, legítimos cimientos que levanten la sociedad. Esto es, que se enraícen, francamente, los valores de la venezolanidad.

            Don Mario Briceño Iragorry fue un gran venezolano, espiritual, humanista, brillante en la multiplicidad de su pensamiento consagrado en su Obra universal y en el ejercicio conferido, valiente y pleno de integridad. Un venezolano del pasado reciente y vigente hoy. Amante de la historia local, regional, nacional. David Ruiz, prepondera que don Mario Briceño Iragorry se dedicó a fundamentar la época colonial. Los orígenes, nuestros arranques como sociedad, los valores que dan rostro a nuestra nacionalidad.

            Nos deja una herencia inteligible, su luminiscente pensamiento y como venezolano nos persuade para que escudriñemos la Historia de Venezuela. Él nos la trae a nuestro hoy para su reviviscencia. Don Mario, del exilio regresa a su amada Venezuela en 1958 y fallece en Caracas el 6 de junio de 1958. Sus restos reposan en el Panteón Nacional, pero, su Corazón, su gran Corazón acuna en la Tierra de María Santísima, su querido Trujillo.

Bibliografía consultada:

De Briceño – Iragorry, Josefina  (1978) Mario Briceño Iragorry. Maestro de la juventud                   venezolana. In memoriam. Vigésimo Aniversario, 1958 – 1978. Editorial Arte/Caracas.

Briceño, Mario (1952) Mi Infancia y mi Pueblo. (Evocación de Trujillo).

Briceño, Mario (1952) Alegría de la Tierra (Apología de nuestra agricultura antigua)

Briceño, Mario (1956) La hora undécima (Hacia una teoría de lo venezolano). Madrid

Briceño, Mario (1952) Mensaje sin destino (Ensayo sobre nuestra crisis de pueblo). Caracas

Briceño, Mario……….. La angustia de ser maestro. El Nacional. Caracas, 06-08-1952

 

 

domingo, 28 de mayo de 2023

Dimitri Briceño en tiempo de transición.

 


Yo recuerdo el 15 de diciembre del año de  1957,  el año del plebiscito que el voto se ejerció  por medio  de dos tarjetas una azul que favorecía al gobierno y una roja a la oposición.  La finalidad que tenía esta consulta era la continuidad del régimen Marcos Pérez Jiménez, mi papá Mario Briceño  Perozo era juez de familia  en Caracas, venía de ser juez superior de Falcón.

Había una represión brutal por parte del régimen a más un mes de las elecciones seguían persiguiendo a los empleados públicos, para que le entregaran la tarjeta sobrante del pasado referéndum y así confirmar por quien había votado. Al juzgado de mi papá llegaron a realizar aproximadamente el 20 o  21 de enero esta inspección arbitraria por parte del gobierno. El Dr. Briceño Perozo se molestó y no permitió argumento que por honor y al magisterio del  Poder Judicial  a su despacho se oponía a esta acción  dictatorial.

El Ministro de Justicia Luís Felipe Urbaneja llamó mi papá y le dijo  que esa política no era de su despacho,  si no que la orden provenía del Ministro de Interior Laureano  Vallenilla Planchart. A los pocos días cayo el gobierno de Pérez  Jiménez, la revuelta fue grande, yo  presencie  linchamientos de los miembros de la Seguridad Nacional que quedaba un sede por las cercanías de hoy el hotel Alba muchos brotes de violencias aplicados por un Tribunal popular por las cercanías del Parque Carabobo.

El día 25 de enero desde el Palacio de Miraflores nombra a mi Papá Gobernador de Falcón ya que él había sido  Juez Superior. Pero por recomendación de Wolfgang Larrazábal por ser trujillano era mejor que viniera a su estado natal. Cuando llegamos al Palacio había dos grupos de trujillanos presionando uno de Valera apoyaban a Sánchez Pacheco los de Trujillo a un Gabaldon. Al vernos nos preguntaron que hacíamos ahí, se le respondió  que con la finalidad de fundar un fondo editorial de biblioteca de autores trujillanos.

Al pasar nos recibió el Dr. Numa Quevedo Ministro de Relaciones Interiores, el Presidente Larrazábal conoció al nuevo gobernador y le dijo en Trujillo la cosa esta revuelta los nombramientos se confirmaron por Radio Continente. Al salir del palacio los grupos de trujillanos volvieron a preguntar de su asistencia, se volvió darle la misma respuesta de entrada. De ahí se montó en un avión fletado para Trujillo.

 El comandante de la guarnición el Teniente Coronel José Gregorio Sánchez se mantenía en resistencia el jefe de la Seguridad Nacional Aparicio Hernández igual. En la esquina de la calle comercio con la avenida independencia daba órdenes pero nadie se las obedecía le contestaban con un saludo.

Don Atilio Araujo le hizo entrega al Dr. Briceño Perozo, recuerdo algunos directores: Segundo Barroeta. Director de Sanidad (comunista). Albano Pardi. Director de Política (urredista). Director de Administración, Julio González Pérez no recuerdo su afiliación política. Director de Educación Juan Canelón Cestari (adeco). Perfecto, Don  Alberto Briceño Márquez, Jefe de la policía Francisco Carrillo.

La residencia del gobernador Araujo  estaba en la calle comercio vía a la cruz verde, en donde hoy es un minicentro comercial de nombre Macarena. Nosotros alquilamos una casa grande en las Araujas porque antes se arredraban  esas  residencias. Hasta que Alejando Sánchez Cortes le compro lo que hoy es la residencia oficial de los gobernadores al Dr. Jesús Falcón Campíns y la Dra. Dora Maldonado de Falcón que fue su residencia familiar y la habían construido.

En el transcurso de los días se recibió a Don Mario Briceño Iragorry se le hizo un buen recibimiento y homenaje en la Plaza Bolívar hubo buena participación. Para esos días estaba en construcción la nueva sede del ateneo que hoy es la actual y la escuela del lado el ejecutivo sugirió el nombre del Dr. Briceño Iragorry. Pero él no acepto sugirió nombres de otros destacados hombres que incluso que ya habían muerto.

En la plaza se ofreció un concierto por parte de la Banda del Estado dirigida por José Ramón Aranguren. En el repertorio se ejecutaron algunas obras musicales entre ello a Tchaikovsky 1812. Don Mario Briceño Iragorry le  pregunto al Gobernador Mario Briceño Perozo a su tocayo como solían decirse por qué colocaron tanta música para muertos. Cosas de la vida a los pocos días moría Don Mario Briceño Iragorry es cuando se toma la decisión de colocarle su nombre a la nueva escuela.

Finalmente recuerdo que este cortó periodo se realizaron muchas acciones culturales, sociales,  obras de ingeniería y se daba inició al nacimiento de la democracia representativa. Incluso Rómulo Betancourt en un telegrama le decía que lamentablemente no lo dejaba en el cargo porque ya tenía un compromiso político pero le agradecía su trabajo por el estado y el país y nombró Luis La Corte. Siendo gobernador impartió clases en el liceo Cristóbal Mendoza la materia de Moral y Cívica...

 (*)p.frailan@gmail.com

 

miércoles, 9 de marzo de 2022

Francisco Vásquez socorrido por Cantinflas.

 

Francisco Vásquez socorrido por  Cantinflas.

Pedro Frailán (*)


Yo vengo de un pueblo, que más que un pueblo era un caserío la vida era muy dura. Yo aprendí a escribir en una pizarra que era de piedra y tenía un marco de madera, si se caía se partía al inicio le escribían las letras con un lápiz que se adecuaba al material de la pizarra las llevábamos a la casa y nos las aprendíamos las letras. Todos los grados estaban concentrados en un salón y nos asignaban actividades a cada nivel con sólo maestro.

En La Mata de Escuque la vida era fuerte no existían acueductos teníamos que salir a buscar el agua en las nacientes se le llamaban ojos de agua y con una totuma se iban recogiendo hasta llenar una olleta. Recuerdo que había una iglesia, que la comunidad había logrado construir entre ellos mi papá Eduardo Vásquez, Francisco Cardozo Villareal entre otros con el Padre. Recuerdo que algunas bancas se le asignaban nombres y apellidos.

 La luz eléctrica ya existía, pero eso era un foco pequeño producía una luz amarilla que no alumbraba mucho, ¡eso era un cocuyo! El pueblo grande más cercano era Escuque, recuerdo mucha claridad la plaza Bolívar,  déjame decirte que prácticamente es la misma al igual la iglesia del Niño Jesús, nos íbamos a pie por el camino de recuas, es decir, que lo hacían las mulas que era el transporte masivo. 

Así mismos veníamos a Valera,  de La Mata salíamos temprano bien fuera mi papa o mi abuelo Francisco Antonio Vásquez con un burrito. Cuando llegábamos a san Antonio bajábamos hasta la Floresta nos lavábamos los pies y nos poníamos las cotizas. Cuando había lluvia  el recorrido se hacía más difícil, por terrenos muy arcillosos. Llegábamos a Valera, por que hoy es la avenida Bolívar cerca del Mercado Municipal. Compramos mercancía para nosotros detallar en La Mata. La colocaban en una coleta de harina vacía recuerdo que era marca “Golmedar”. Que el burro   llevaba lo amarraban cerca mientras se hacían las compras.

Nosotros teníamos un televisor un gran lujo todo el mundo no lo tenía, eso era un esfuerzo muy  grande que se le hacía a la vista para lograr ver una imagen nítida, porque era pura lluvia en la pantalla recuerdo con mucha presencia el Observador Creole. ¡Mira lo que es la inocencia!, los muchachos al apagar el televisor, esperábamos quedar solos, para mirar por detrás del televisor y los cables a ver si veíamos salir algún hombre o mujer de esos que estaban adentro. 

No mudamos a Valera comencé a estudiar bachillerato en el liceo Rafael Rangel, había poco tránsito, recuerdo el hospital, el mercado, jugábamos beisbol en la calle con pelotas rusticas hechas por nosotros mismo recuerdos los cines el libertad, el Valera el Cinelandía el San Pedro. Luego me fui a Mérida a la ULA a estudiar quise ingresar por medicina pero no lo logre. Entonces con una ayuda política del MIR entre a estudiar ingeniería civil. Pero la confrontación entre los grupos políticos estudiantiles y los cuerpos de seguridad del gobierno era muy fuerte.

Con unos amigos decidimos salir a México con la ayuda de la Organización Bienestar Estudiantil solicitamos la referencia del Rector Pedro Rincón Gutiérrez. Llegamos a México en 1971, me impresionó la ciudad, yo ni siquiera conocía Caracas. Comencé a estudiar en el Instituto Politécnico Nacional de México. Ingeniería en Topografía Fotogramétrica Área. Aquí en Venezuela se llama Ing. Geodesia. Además estudie en la Universidad Nacional de México (UNAM) Ing. Arquitectura me gradué de ambas carreras.

Trabaje mucho fui chofer, mandadero o cualquier otro trabajo había que hacerlo para complementar y poder sobrevivir. En una oportunidad tuve que salir a pedir ayuda a una organización que tenía Cantillas de ayudas sociales porque ¡Cantinflas ayuda al pueblo!. Hice un tremenda cola solicite la ayuda para un libro, verificaron luego me dieron la orden a una librería y ahí recibí el texto, fui de nuevo lo entregue al poco tiempo volví y me lo había dedicado. Lamentablemente lo conservo, en otra situación de necesidad tuve que empeñarlo En el Banco de Monte Piedad, no logre retirarlo, lo vendieron se pagaron la deuda, los interés me avisaron por correo y me dieron el excedente.

México y la ciudad de México son monumentales como el parque de Chapultepec, el museo impresionante,  las Bellas Artes, el Zócalo, La Catedral de Primada, la misma UNAM, el Museo Antropológico, el Santuario de la Virgen de Guadalupe sea creyente o no y no le gusta algo pasa.  De México traje el nombre de mi empresa “Comercial Hermanos Vásquez” que siempre pasaba por negocio con este nombre y me decía cuando retorne a Venezuela voy a poner mi negocio con este nombre, pues, ya tiene aquí en Valera más de 40 años.

Primero  aquí trabaje como profesional en varias instituciones del Estado la CVG, CONARE  entre otras. Algo que si gusto del mexicano, que él quiere mucho a su país. Me gustaría que nosotros hiciéramos lo mismo con Venezuela y con Trujillo por supuesto.

Finalmente te digo que cuando uno en busca en su propia historia se encuentra con sus propias raíces, es decir, con propio barro. “Polvo eres y en polvo te convertirás” Génisis. 3:19

(*) p.frailan@gmail.com

 

Hilario Rivas Marín aunque primero Juan salomón.

 

Hilario Rivas Marín aunque primero Juan salomón.

Pedro Frailán (*)


Mi madre María Guadalupe Marín quien partió desde Quiroagua, que en el vocablo indígena significa “El Dios de la aguas” hasta llegar a Santo Domingo de Bariqui. ¿Bariqui? Si Bariqui que  en el habla indígena se traduce como,  “río turbio”. Ay  me tuvo a mí, es decir, me dio a luz un 22 de octubre de 1936, quedo registrado en mi primera partida de nacimiento como Juan Salomón, mi madre no le gusto el nombre y me fue diciendo Antonio.

Eso paso porque enviaron a una persona al registro se olvidó los nombres y colocó estos. Con el tiempo al comenzar la escuela hicieron un justificativo y me colocaron: Hilario Antonio. Ya adulto le decía a mi madre ¿por qué me habían cambiado los nombres? Imagínese, Juan Salomón. A mi trajeron de la Sierra de Falcón a los 6 años, venía desnudo en Puerto de Cumarebo me pusieron una camisa de un primo.

 Venía con mi abuela ella era sirviente nos fuimos para Cabimas donde estaba mi madre a buscar progreso, tardaban 5, 6 días para llegar en camión, hoy se le dice autobuses las carreteras eran de tierra,  atravesar los ríos eran muy dificultoso. Te estoy hablando en pleno gobierno de López Contreras. Era un Presidente querido, bueno yo recuerdo que la gente hablaba bien, a mí me gustaba verlo cuando veía un foto de él me llamaba la atención. Igual pasaba con  Medina Angarita, no había esta división de buenos y malos éramos un país trabajador.

Al llegar a Cabimas encontré a mi madre unida con Américo mi padre adoptivo de ahí el Rivas Marín. Nos fuimos a la Lagunillas sector el Mamón había mucho movimiento comercial. Muchas casas de latas se comentaba de la quema del pueblo todo indicaba que fue producto de una lámpara de gasolina que se cayó y una señora la lanzo al lago y este estaba empetrolao.  Comencé a estudiar en la escuela Ayacucho, que era de la ESSO y luego pasó a ser de la CREOLE. El bachillerato  lo hice en el Colegio Santa Rosa de Lima, se pagaban 30 bolívares mensuales.

El tiempo pasaba y yo creciendo recuerdo que mi primer voto fue en plebiscito del 57. Estaba muy alegre porque iba votar mi primer voto, se votaba en la escuela Ayacucho pero repentinamente la cambiaron a Tía Juana, que era bastante lejos pero yo fui. Al llegar había un jurado, no había lista, ni tinta, note que algunos miembros se hicieron señas. Los votos se los llevaron a Caracas y allá contaron decía la televisión la radio y gano Pérez Jiménez.

Llegue a Mérida a estudiar derecho, preferí esta ciudad porque la sentí muy amigable, una gran ambiente, una hermosa geografía y la percibí muy universitaria. Una buena residencia costaba 45 bolívares, había otras de  30, 25 y 20 bolos. Al viajar de las Lagunillas a Mérida se hacían por dos vías la del páramo y la del El Vigía. La andina me parecía un encanto cada vez que pasaba por Valera me agradaba mucho la pequeña ciudad, y decía me gustaría vivir aquí.

Me gradué comencé a ejercer en el Banco Obrero me ofrecieron vivir en San Cristóbal, Mérida, Barinas y Valera preferí esta y aquí me radique hasta estos días ya tengo 85 años. Me case con Juana mi compañera de liceo y aquí estamos. Me hice adeco, aunque vengo de un hogar comunista yo conocí a Juan Bautista Fuenmayor un fundador del partido. Recuerdo que en la Constituyente del 47 si mal no recuerdo de un debate de Fuenmayor con Caldera. El primero defendía la educación pública y el segundo la privada al poco tiempo Fuenmayor se convirtió en el primer rector de universidad privada el segundo cerro la Universidad Central.

Admire a Astolfo Valero Sierra yo le dije que yo era simpatizante de AD y él dijo en AD, no hay simpatizantes si no militantes entonces me inscribí. Conocí a Betancourt, Leoni, A Carlos Andrés.  Piñerua a Lusinchi a Gonzalo Barrios no. Para mí al que más admirable fue a Leoni con Betancourt tuve mis reservas. CAP, mi amigo personal estando preso me comunique en varias ocasiones con él, me decía gochito al igual me dicen en el Zulia.

Entre otros David Morales Bello, Carlos Canache Mata, Octavio Lepage. Fui miembro del CES, Secretario de Organización incluso tuve la oportunidad de ser Secretario General con el apoyo de Luis La Corte. El que si no me llamo la atención fuel Alfaro Ucero. Recuerdo a un dirigente de aquí, con mucho afecto Urbano Solarte en las derrotas tuvimos que comenzar de nuevo eso si desde las bases del partido.

Finalmente te digo he sido abogado litigante, juez profesor universitario titular,  escritor, locutor. Hoy hay mucha dificultad administramos y no sabes que administramos. Vemos enemigos por todas partes, ratificamos o fracasamos todos. Con respecto a Trujillo no veo nada nuevo, hay un mismo quejido como una expresión. Comprendamos que tenemos que trabajar por Trujillo.

Tenemos que ver en que nos diferenciamos y en que nos aparecemos para unificarnos, las diferencias no tienen que prevalecer. Trujillo lo tiene todo, tiene muchos talentos...

(*) p.frailan@gmail.com

 

sábado, 5 de marzo de 2022

Francisco González Cruz un soñador de ideas.

 


Francisco González  Cruz  un soñador de ideas.

Pedro Frailán (*)

San Agustín de Hipona ese gran exponente de la patrística en su libro “Las Confesiones”, define el tiempo como el  triple presente, es decir el tiempo es hoy. Pasa, se queda en la memoria y vuelve al hoy, pero con nuestra capacidad de pensamiento proyectamos nuestras ideas y conjugamos con el tiempo.  en la historia de la humanidad al hombre le ha preocupado por dos elementos el espacio y el tiempo así lo sostiene el propio  Stephen Hawking.

Francisco González Cruz conocido como el morocho, pues integra estas dos variables tiempo y espacio.  Así lo demuestra en su pensamiento plasmado en su voluminosa escritura. Siempre tiene un cúmulos de ideas que conjugan con el tiempo y constantemente TRUJILLO presente en la eterna búsqueda de conseguir un mejor vivir porque es el creyente del bien común.   

Hago memoria y mis primeros recuerdos de este personaje, fueron sus opiniones públicas emitidas desde la fundación,  Por Trujillo nacida, si  mal no recuerdo  en la década de los setenta. Pasaba el tiempo en el año de 1986 se publicó su libro, Trujillo: el equilibrio fatalista. Editado por,  PORTRUJILLO esta publicación genero un buen  impacto en la prensa, radio y por supuesto en la lectura y análisis  del texto.

La primera vez que lo vi  fue precisamente en el año de 1986, en el desarrollo del Congreso Ideológico Nacional para la Democracia Nueva. Arístides Calvani, dictaba una conferencia en la oficina del Movimiento del Magisterio Social Cristiano en la vieja casona de la candelaria sede principal del partido Copei en Trujillo. El tema que explicaba era la federación, descentralización, el regionalismo, que para ese tiempo era un tendencia fundamental para el país y este congreso ideológico recogía el sentimiento en parte de una nación de ahí salieron buenas propuestas.

Días posteriores  intercambiamos saludos de presentación me lo presentó Alirio Materano, para ese momento era concejal en el Distrito Valera de hecho cuando termino su gestión de parlamentario local no acepto un arreglo o remuneración especial  ya que a los concejal la ley no lo permitía. Luego fue el Director de Comisión Para Reforma del Estado (COPRE), aquí en el estado Trujilllo.

En este organismo se realizaron diversas investigaciones una serie de propuestas regionales que concadenaban con el criterio nacional fue un proceso amplio con una participación de distintos sectores d la vida nacional para reformar y actualizar el Estado partiendo desde la Constitución. Lamentablemente no se llegaron a ejecutar estar ideas en su totalidad sólo algunas experiencia como lo fueron la elección de gobernadores de alcaldías una verdadera lástima nos hubiéramos evitado esta tragedia griega adaptada a la venezolana.

Pero el Morocho siempre adelante así como; San Jorge patrono de lectores que venció al dragón sólo  con su espada. Con FEVAL otra fundación sin fines de lucro trae a nuestra entidad la Universidad Rafael Urdaneta Extensión  Valera y desde ese tiempo hemos sido “compañero de viaje” por recordar a Orlando Araujo. La fue extensión de URU duró aquí ocho años, se lograron varias promociones de pregrado y postgrados. Constantes  eventos de buen nivel académico le dio nacimiento a la Universidad Valle del Momboy.

Francisco González es un soñador de  ideas, pero con un objetivo siempre pensando en Trujillo, incluso Trujillo por encima de sus intereses personales. Muchas de esas ideas son realidades Trujillanas,  tiene más obras que cualquier gobernador obras tangibles sin la presencia de corrupción mal que nos está matando. Es un campeón de la perseverancia de la constancia incluso cuando lo veo con un proyecto nuevo me acuerdo del Manifiesto de Carúpano  cuando Bolívar lo cerró  diciendo “Dios le concede la victoria a la constancia”.

En el caso de José Gregorio Hernández nuestro recién beato, desde que lo conozco fue un luchador por su beatificación promoviéndolo en conversaciones cotidianas, charlas, conferencias, clases magistrales, en su escritura. Desde arte la UVM tiene un gran patrimonio  inspirado en José Gregorio tiene una obra de Manuel de La Fuente. Fue un impulsador presionando, a la iglesia, la comisión beatificadora, a los postuladores, al Cardenal Urosa Sabino y cuando le tocó encargarse al Cardenal Baltazar Porras su amigo personal y  miembro de las comisiones tanto regional y nacional fue de mayor intensidad. ¡Eso a mí me consta!

Hoy sigue soñando con transformar a Isnotú, me imagino que ya está detrás  de la canonización, sobre este hijo de la Quebrada Grande  hay mucho escribir. Aquí lo dejo yo y que el siga soñando...

p.frailan@gmail.com