Diseño y Diagramación: María Laura Linares Frailán

martes, 21 de abril de 2009

"Trujillo narrativa y poesía en nuestros días".

(*)Pedro Frailán

En el día internacional del libro

La narrativa y la poesía nuevamente se han presentado en Trujillo géneros literarios, que para crearlos no son fáciles, ya que su esencia es la imaginación, aunque parezca contradictorio parte de la realidad. Calificar una obra si verdaderamente es novela o poesía, es un trabajo cuidadoso ya que en muchas oportunidades no se logran construir un estilo de escritura de esta naturaleza. La Conversa entre dos locos felices de Hilario Rivas Marín. El regreso de la Memoria de Jorge Linares y Piedra del mismo fuego de Jorge Luís Briceño. Aquí para la crítica liberaría en el día internacional del libro.


La conversa entre dos locos felices. Hilario Rivas Marín por medio de escritura se ha encontrado con la constante imperecedera del hombre en las distintas etapas de la humanidad como lo es el tiempo. Es el encuentro de diferentes discursos, donde el mayor testigo es la temporalidad. En esta colisión prevalece la dialéctica, es decir, el arte de conversar entre dos viejos amigos, que atrapan al tiempo gracias a la memoria, al recuerdo que hacen una remembranza llena de contradicciones, agonías, aciertos y desaciertos como es la vida.

Se desenvuelve en una imaginaria Babilonia ciudad de la mítica torre punto de coincidencia de las diversas lenguas. En este diálogo las palabras son como el trigo de abundante germinación tomando en consideración que ellas han sido el principio de los principios para los hombres y los dioses. Aristóteles en la poética decía que la; “literatura es la imitación de la naturaleza”, pues el hombre es su gran imitador y la literatura su recurso, en ella se encuentra el mito, la ficción, la creación de la escritura y el imaginario.

En la tertulia entre Leoncio y Emilio existen una variedad de elementos y comunicaciones que se lograr unificar gracias con la palabra. En esta narrativa se puede apreciar una descripción romántica a la naturaleza una apología para ella, un magisterio de armonía al encuentro con el hombre. En las grandes obras de la literatura aparece el eros griego o el cupido romano, para enriquecer la imaginación. En el Quijote aparece Dulcinea que representa el amor, para las vivencias, locuras y es que a veces en la cotidianidad conversar con locos es interesante.


El regreso de la memoria, juega magistralmente con la historia de las mentalidades de Agustino en etapas diferentes, en culturas, en personajes en tiempos y por supuesto en mentalidades. Es la regresión de la memoria agustiniana, desde bien avanzado el siglo XX al XVIII, a la cultura anglosajona de América específicamente a un proceso de ruptura entre los Estados Unidos e Inglaterra en Carolina del Sur. En donde nace una aristocracia que se resiste al reconocimiento del otro por diferencias de razas, económicas, pero que el amor une con Isabelina.

Jorge Linares juega con la construcción del imaginario de Agustino o Emille Hastings lo extrapola de la realidad a la muerte, es decir, existe un doble imaginario, porque el personaje en un estado de regresión muere. Un estilo similar al de Pedro Páramo en donde los muertos se mueren sólo a Juan Rulfo se pudo ocurrir esta creación. De nuevo al encontrarse con Dr. Pacioli, la historia es otra, el lugar al igual que el tiempo. La evolución de los agustinos está en San Lázaro, las Aguaditas, Cabimas, Valencia, Salamanca, Madrid, Caracas.

En la literatura el tiempo es una ley inseparable, la utopía es la vida, la esperanza, la duda es la angustia, la desesperanza Agustino la tiene, con relación a la existencia de Dios, el marxismo y la lucha de clases es otra incertidumbre. ¿En quién creer? “Te pido una vez más, Padre que estas en los cielos, esclaréceme Tú misterio. ¿Cómo eres? ¿Cómo se origina tu creación? Repito: no pongo en duda tu existencia pero no me convence las versiones conocidas…” (2008:80).


Piedra del mismo fuego, “el vuelo de un pájaro extraviado me conduce” (2008:11), la poesía por naturaleza es irreverente. La escuela de la Mancha la considera, producto del dolor, Platón dijo que es la verdad absoluta, Eugenio Montejo afirma: “La poesía cruza la tierra sola, apoya su voz en el dolor del mundo y nada pide”. En la poética de Jorge Luís Briceño existe un mosaico lírico, que en la estructura tropológica, el símil y la metáfora es abundante donde confluye, la costumbre, el olvido, la brisa, la soledad, la noche, la lluvia la naturaleza y el universo.

Persiste un idealismo, en que el alma se queda en el recuerdo silencioso con olor a nostalgia, en una imagen nocturna donde el sueño hace que nazca a luz por medio del fuego. Como toda poesía, no puede falta el amor “el blasón natural de tú hermosura”, semejante a las acaricias a la belleza en la poética de Rimbaud. En una temporada en el infierno. El tiempo que no puede faltar; “Este tiempo tan contradictorio /hijo/ es el tiempo de este mundo que tan tuyo y tan mío,” (2008:32). Tiempo para el recuerdo que se diluye en misma temporalidad.

(*) Director de biblioteca y publicaciones de la Universidad Valle del Momboy.


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