Don
Ítalo Rangel Hidalgo de la Lectura.
Don Italo Rangel |
Nacido en la tierra
del valle de Estibandá rodeado de las parcialidades indígenas Chachíes, Tirandáes Chachique. Chaquimbúes Mitisúes,
Chachúes, Marajabúes Timusúes, Isnabús,
Cajui, Isnarunes, Escacoyes, Tirandáes Carupúes y los Estiguates. Este valle se
conoció en un tiempo como el burrero, lugar de progreso, punto de encuentro de
distintos lugares para comerciar diversos productos de salida como de llegada
siendo el transporte el asno.
Luego paso a
llamarse Santiago de Trujillo, Santiago apóstol el guerrero, el peregrino, en
este lugar fue creciendo Don Ítalo, en donde se fue encontrando, con los
libros, para abrirlos y encontrarse con la luz como decía Cervantes quien más
lee, más saber.
De hecho El Quijote
fue una de sus lecturas favoritas, con ello y por supuesto con la Biblia,
comprendida entre el viejo y nuevo testamento. En su biblioteca familiar, se
encontraban los clásicos de la literatura venezolana no faltaban, las obras de
Gallegos, Reinaldo Solar, la Trepadora, Canaima, Pobre Negro, Sobre la misma
Tierra y ¡claro! que Doña Bárbara.
Con ello también,
la memoria de la historia de Venezuela,
escrita por historiadores mayores de Venezuela, tanto de Venezuela siglo
XIX, como XX. Fermín Toro, Rafael María Baralt, Juan Vicente González,
Francisco González Guiñan. Mariano Picón Salas, Arturo Uslar Pietri, era
característico ver de; Mario Briceño Iragorry Lecturas Venezolanas, verdaderamente demostró, que fue un venezolanista y la
prueba era su biblioteca. “Por la biblioteca lo conoceréis”.
Además, se conseguían
los best sellers del momento como: Atrapado sin salida, Soy un delincuente,
Cuatro Crímenes Cuatro Poderes, de Mármol León. También El Quinto Poder escrito
por el padre Biaggi como repuesta y defensa de su caso. La Colección Guillet.
Don Ítalo se
formó en el área de administración y
contaduría, producto los cursos por correspondencia a través de los manuales y
el cartismo. En donde las academias quedaban el Caracas, el correo, el tiempo y
el esfuerzo era el medio.
En sus ratos libres,
era el peluquero de la familia, tejía capellanas para la fabricación de cotizas
y alpargatas. Fue Juez de su pueblo, trabajo en la administración publica en el
área de administración. En su matrimonio con Benilde Silva. Procreo diez hijos,
de la cual con uno de ellos, vivió la amarga experiencia de enterrarlo. Desde su morada santiagueña,
con sencillez y humildad creo un hijo que se hizo Ministro de la Defensa,
General en Jefe, hoy Gobernador. Don Ítalo el amigo eterno de la lectura. Siempre en un encuentro con el libro.
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